Encontraron una momia de 7000 años

Los restos pertenecen a la cultura Chinchorro y fueron hallados en Arica, Chile, por chicos que hacían una excursión escolar.



Un grupo de niños descubrió por casualidad, mientras realizaba una excursión escolar, una momia de 7000 años de antigüedad en la región de Arica, en el norte de Chile, según informaciones difundidas ayer por los medios locales.
En principio se trataría de una momia completa, enterrada de pies a cabeza, que pertenece a la cultura Chinchorro, cuya antigüedad se estima en 7000 años. Ante el hallazgo, que sorprendió a la comunidad científica, se alertó a las autoridades de monumentos nacionales de Chile para que actúen en la preservación e identificación del cuerpo momificado.
El descubrimiento ocurrió por casualidad el sábado pasado, cuando los niños realizaban una de las expediciones habituales de la Academia de Arqueología de la Escuela América en el Morro de Arica, ubicado 2062 kilómetros al norte de esta ciudad, explicó al diario La Tercera de Chile el profesor y guía de la excursión escolar Hans Neira.
Una de las posibilidades que se evaluaron, ante semejante hallazgo, es que tras el terremoto del 1° de abril, posiblemente los restos arqueológicos de la zona emergieron al modificarse la topografía. La momia apareció cuando los niños se encontraban realizando las tareas didácticas de excavación habituales.
Con sorpresa, uno de ellos detectó una forma extraña, que resultó ser la momia. Esto “es un llamado de atención en torno a que este lugar debe ser cuidado debido a lo que representa, entendiendo que es un gran cementerio precolonial que se extiende hasta muy al sur de este sector”, explicó Neira.
El profesor creó la Academia de Arqueología en marzo de este año para ayudar a niños en riesgo social, como una forma de mejorar la socialización de los alumnos y para inculcarles “el respeto por el patrimonio cultural”. El grupo quedó fascinado cuando se supo que lo que habían encontrado era un tesoro arqueológico..

Expertos creen haber hallado una de las carabelas de Cristóbal Colón


A más de 500 años, investigadores de EE.UU. creen que encontraron la Santa María en el Mar Caribe, cerca de Hait. Lo hicieron a través de fotos y reconocimientos submarinos.
En la imagen se puede observar una réplica de la carabela Santa María en el puerto de Huelva, España.

“El Gobierno haitiano ha sido extremadamente útil, y ahora necesitamos seguir trabajando con ellos para hacer una excavación arqueológica detalladas”, añadió. Hasta el momento, según añade el periódico, el equipo de Clifford ha realizado en el lugar mediciones y ha tomado fotografías.
La identificación tentativa de la Santa María fue posible a partir de varias investigaciones realizadas por arqueólogos en 2003, que sugerían el lugar probable del naufragio.
Con esta nueva información, Clifford ha podido utilizar datos de las notas de Colón para deducir dónde los restos deberían estar, añade la información publicada en la página digital del diario.
Una expedición realizada por su equipo hace diez años ya había tomado varias instantáneas de los restos, pero en ese momento no había podido establecer la identidad.
Pero un nuevo análisis de las fotografías submarinas tomadas en la primera expedición de 2003, junto con datos obtenidos por una exploración de reconocimiento submarina a principios de este mes, le ha permitido a Clifford identificar de manera tentativa que los restos corresponden al Santa María. Las pruebas, añade The Independent, son importantes, teniendo en cuenta que la localización coincide con las notas de Colón.
En los últimos años, el equipo de Clifford utilizó magnetómetros y otros instrumentos para tratar de encontrar el Santa María cerca de las costas de Haití. “Hemos informado al Gobierno haitiano sobre nuestro descubrimiento, y esperamos trabajar con ellos y otros colegas haitianos para asegurar que el lugar es protegido y preservado. Será una oportunidad maravillosa trabajar con las autoridades haitianas para preservar la evidencia y los artefactos del barco que cambió el mundo”, afirmó Clifford en declaraciones que publica el diario.
El arqueólogo submarino expresó su confianza en que una vez realizadas las excavaciones y dependiendo del estado de las maderas hundidas, sería posible finalmente levantar los restos de la embarcación, para que después sean expuestos en un museo de Haití. Clifford es uno de los exploradores submarinos más experimentados del mundo puesto que ha realizado estudios de numerosos restos históricos en distintas partes del mundo durante años.
“Una excavación será necesaria a fin de encontrar más pruebas y confirmar” que se trata del barco, ha afirmado el profesor Charles Beeker, de la Universidad de Indiana (EEUU), que acompañó a Clifford en la reciente expedición de reconocimiento en aguas de Haití. Varias semanas después de llegar al Caribe en 1492, la Santa María, con Colón a bordo, quedó a la deriva al norte de Haití y la embarcación tuvo que ser abandonada.
Fuente: www.diariodecultura.com.ar

Nuevos hallazgos en lo que sería un 

cementerio paleontológico


Un nuevo hallazgo vuelve a poner el foco en la provincia de Chubut. A pocos días de encontrarse un gigantesco fémur en la localidad de Las Plumas, a 260 km de Trelew, perteneciente al dinosaurio más grande hallado hasta el momento, se descubrieron nuevos fósiles de grandes dimensiones, que sorprenden por su buen estado de conservación.


Se trata de al menos siete ejemplares que llegan a los 40 metros de longitud y las 80 toneladas de peso, lo cual despierta la hipótesis de que el terreno podría haber sido un  cementerio de dinosaurios, es decir un lugar que las especias elegían para morir.
Los especialistas del Museo Egidio Feruglio, manifestaron al respecto que teniendo en cuenta el estado integral de las estructuras óseas, este es el hallazgo más completo de dinosaurios gigantes a escala mundial. Asimismo s calculo que lo hallado hasta ahora podría representar sólo el 20 por ciento del material existente allí.
Un nuevo hallazgo vuelve a poner el foco en la provincia de Chubut. A pocos días de encontrarse un gigantesco fémur en la localidad de Las Plumas, a 260 km de Trelew, perteneciente al dinosaurio más grande hallado hasta el momento, se descubrieron nuevos fósiles de grandes dimensiones, que sorprenden por su buen estado de conservación.
Se trata de al menos siete ejemplares que llegan a los 40 metros de longitud y las 80 toneladas de peso, lo cual despierta la hipótesis de que el terreno podría haber sido un  cementerio de dinosaurios, es decir un lugar que las especias elegían para morir.
Los especialistas del Museo Egidio Feruglio, manifestaron al respecto que teniendo en cuenta el estado integral de las estructuras óseas, este es el hallazgo más completo de dinosaurios gigantes a escala mundial. Asimismo se calcula que lo hallado hasta ahora podría representar sólo el 20 por ciento del material existente allí.

Hallaron el esqueleto más antiguo de América: una joven de hace 12.000 años

Los restos de "Naia", fueron localizados en el estado mexicano de Quintana Roo.
Después de realiza los estudios de datación y genéticos, un grupo internacional de científicos afirmó que respalda la hipótesis de que los americanos descienden de grupos llegados de Asia por Beringia.
En la imagen, los buzos Alberto Nava y Susan Bird trasladan el cráneo de Naia para fotografiarlo.


FIRST AMERICANS
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México anunció el hallazgo de `Naia`, el esqueleto más antiguo de América, con 12.000 años de antigüedad, que pertenecía a una mujer y fue localizado en el estado mexicano de Quintana Roo.
Tras tres años de estudios de los restos, los expertos anunciaron que el cadáver -encontrado en la cueva de Hoyo Negro, en Tulum, en 2007- por los años de antigüedad que tiene “se convierte en el resto fósil más antiguo del continente”.
Las investigaciones, que se darán a conocer en la revista `Science`, apuntan a que el fósil, conocido como `Naia` o `Joven de Hoyo Negro`, pertenece a una mujer de entre 15 y 16 años de edad, de origen asiático, y que fue identificado con las migraciones de Siberia hacia América.
La joven murió dentro de la cueva donde fue hallada, cuando ésta quedó inundada después de la última glaciación que finalizó hace unos 10.000 años, de acuerdo a lo explicado por el INAH, que añade que para lograr identificar la antigüedad del fósil los científicos realizaron análisis de ADN mitocondrial, Carbono 14 y Uranio/Torio.
Además, los resultados fueron confirmados por otros análisis realizados en semillas, carbón, guano de murciélago frutero, racimos de calcita y espeleotemas, y tomando en cuenta aspectos de la formación del sitio y medición de los cambios en el nivel del mar.
En la misma cueva también fueron hallados restos de 26 mamíferos correspondientes a once especies del Pleistoceno Tardío que incluyen: gonfoterio, tigre dientes de sable, perezoso de tierra tipo Shasta, tapir gigante, cerdo de monte, oso, puma, lince, coyote, coatí y murciélago frutero. 
La directora de arqueología subacuática del INAH, Pilar Luna, insistió en que “este descubrimiento es extremadamente significativo”, ya que “no solo echa luz sobre los orígenes de los modernos americanos” sino que también “demuestra el potencial paleontológico de la península de Yucatán y la importancia de conservar el patrimonio único de México”.
En mayo de 2007, el buzo Alberto Nava estaba explorando con sus colegas mexicanos Alex Álvarez y Franco Attolini una cueva submarina (o cenote) de la península de Yucatán, en México, cuando después de nadar más de un kilómetro por un túnel angosto y de agua clara súbitamente se encontraron con el borde de un gran pozo oscuro. 
“En cuanto entramos, supimos que era un lugar increíble -dijo Nava anteayer, durante una teleconferencia organizada por Science para la prensa internacional-. El piso desapareció debajo nuestro y no podíamos ver lo que había del otro lado.”
Dos meses más tarde, los tres volvieron a Hoyo Negro, como llamaron a la cueva, y se encontraron con un infrecuente tesoro arqueológico: sepultado junto a restos de tigres dientes de sable, pumas y gatos monteses, encontraron el esqueleto de una adolescente de 15 o 16 años que vivió hace entre 12.000 y 13.000 años. Los restos, que son los más antiguos y más completos recuperados hasta ahora de los primitivos habitantes del continente, ofrecerían claves para dilucidar controversias sobre el poblamiento de América. 
Hay varias hipótesis sobre “el árbol genealógico” de los americanos nativos de hoy. Una de ellas, que se basa en datos genéticos y es la predominante, plantea que descienden de grupos nómades que ingresaron por lo que es hoy el Estrecho de Bering, pero que en esa época (hace entre 26.000 y 18.000 años) era una lengua de tierra que comunicaba Asia con América. 
Sin embargo, esa teoría plantea un problema: las características faciales de los nativos americanos modernos no coinciden con los esqueletos más antiguos (de cráneos largos y altos, y frente pronunciada), sino que exhiben rasgos que los asemejan a japoneses, filipinos y otros pueblos sudasiáticos. 
Hasta ahora no se habían encontrado esqueletos paleoamericanos suficientemente intactos como para ofrecer evidencias irrefutables que respaldaran ese modelo de poblamiento. De allí que este descubrimiento ofrezca un interés único: “Es difícil encontrar restos de esa antigüedad -explica el doctor Rolando González-José, vicedirector del Cenpat y especialista en genética poblacional-. Hasta ahora había mucho material fragmentario. La gracia de este esqueleto es que nos permite comparar la morfología del cráneo con el ADN antiguo”.
Según explicó Deborah Bolnick, de la Universidad de Texas en Austin, los análisis genéticos realizados por tres laboratorios independientes al ADN de un diente de la joven encontraron un marcador (el haplogrupo D1) que sólo se encuentra en los americanos modernos y que deriva de un linaje asiático: lo poseen el 11% de los americanos nativos y hasta el 29% de los pueblos indígenas de Chile y la Argentina. 
“La presencia de este linaje en el esqueleto de Hoyo Negro indica que esta niña está relacionada por parte de su madre con los actuales americanos nativos y que sus raíces pueden rastrearse hasta los paleoamericanos [que llegaron del norte de Asia]. Nuestros resultados, por lo tanto, no ofrecen evidencia de una migración temprana a América desde el sudeste de Asia o Europa”, dijo Bolnick.
Pero el investigador argentino, sin embargo, discrepa en algunos puntos. “Lo que ellos ven como controversial para nosotros es lógico -dice-: nosotros defendemos un modelo [del poblamiento de América] en el que el grupo inicial de personas que entraron por Bering era morfológica y genéticamente diverso. Una cosa que objetamos de este trabajo es que ellos no hicieron un análisis morfológico riguroso. Ya estamos preparando una respuesta”.
Fuentes: Agencias de noticias y Nora Bär, La Nación